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jueves, 26 de diciembre de 2013

ESA INACCESIBLE BELLEZA



Yo quería escribir la canción
más hermosa del mundo
Joaquín Sabina

            La canción más hermosa del mundo es una de esas canciones a las que a veces me engancho, escuchándolas, a lo mejor, durante una semana. Uno, que lleva desde los ocho años escogiendo palabras para llenar páginas, daría lo que fuese por escribir algún día un texto de esos que pasados los años la gente cita, cuelga en sus perfiles de Facebook o que incluso utiliza para poner como ejemplo. Borges, uno de mis grandes escritores de cabecera, dijo alguna vez que cambiaría toda su obra por escribir una página perfecta, que con el paso de los siglos siguiese siendo indiscutible. Ahí es nada.
            Cada palabra que se elige es fruto de un proceso no siempre consciente en busca de una inalcanzable perfección. Yo diría incluso, y ya he hablado de esto en el blog, que toda literatura es la búsqueda de ese momento sublime en el que una vez que lo has logrado te recreas como el alpinista que alcanza la montaña más alta. Vas a tener que bajar de nuevo en busca de nuevos retos. Porque esto nunca termina, señores, nunca llegas a un punto en el que digas “ya está, ya soy realmente bueno”. El universo literario, además, está lleno de referentes literarios de calidad inmensa. A veces, inluso, de extraterrestres de las letras que como Georges Perec se arriesgan a construir mundos diferentes en formatos que tú creías un estándar. Véase como ejemplo su libro La vida, instrucciones de uso, en el que te atrapa durante más de seiscientas páginas sin una trama concreta, solamente con esa acumulación de microcosmos que constituye un edificio de viviendas.
            Desde que en mi camino literario cobré conciencia de la gran variedad que existe en la literatura, siempre quise experimentar, hacer algo distinto. Creedme si digo que no hay nada más difícil. Frente al dinero o a la fama yo aspiraba a la excelencia (lo cual no quiere decir que descarte las otras dos, ni mucho menos). Lo difícil de todo, lo más endiabladamente complicado, es conseguir que esa conjunción de aspiraciones no te frustre hasta el punto de cercenar tu avance. Hay que aspirar a lo mejor, sí, pero sin olvidad que todo es el fruto de una serie de pasos, a veces rápidos y a veces lentos, que no siempre van tan siquiera hacia delante.
            Lo que quiero decir es que el perfeccionismo es bueno, te exige y te ayuda a mejorar, pero en exceso es paralizante; y la literatura consiste en avanzar, sin saber muchas veces hacia dónde.
            Es por eso que seguiré durante mucho tiempo soñando con esa página perfecta, pero durante su búsqueda intentaré escribir el mayor número posible de páginas no tan perfectas en las que desplegar mi personal universo. Porque en la verdadera literatura Ítaca no existe, sólo hay viaje, y mientras seamos conscientes de ello igual conseguimos un puñado de buenos párrafos o estrofas que nos sobrevivan. Porque, después de todo, la literatura no es más que un modesto intento de inmortalidad.  

domingo, 22 de diciembre de 2013

PÁGINAS EN BLANCO

Tras un viaje poético tan largo como ha sido No hay más verso que la piel, uno se va encontrando con frecuencia a las modelos que se presentaron al experimento. Ya no sólo es eso, ni siquiera solamente con ese libro. Yo he ido regalando poemas a gente querida durante años, y después descubres que los pegan en la pared de su habitación, como si fueses un poeta conocido o algo. Al final, una de las cosas que se busca escribiendo es dejar huella, y esos pequeños detalles te demuestran que algo vas consiguiendo. Ayer, una amiga me incitó a que publicase su desnudo en el blog, y quiero dedicarle esta entrada por varias cosas, entre ellas por cómo es, que en su juventud muestra una serenidad que me sorprende. Cuando escribí este poema lo interpretó de una forma que yo no me esperaba; no suelo explicar los desnudos, pero creo que no está de más detallar que Páginas en blanco implica futuro por escribir, y eso, para mí, resulta muy tierno.
Me alegré mucho de escribir este poema y ahora, más de un año después, aquí lo teneis. Espero comentarios, como mínimo de ella:

PÁGINAS EN BLANCO

Si brilla sin mesura
la luz incandescente
que alberga tantos sueños
de franca juventud

de pronto en su desnudo
renacen primaveras,
se encienden las palabras
que saltan sin recato.

La edad de la inocencia
asoma con descaro,
revela un contenido
que antes se escondía.

Tan cálida y vivaz se reivindica,
tenaz vitalidad que se desborda.

Y crecen las preguntas
que arañan las estrofas,
surtiendo de colores
el cuerpo del lenguaje.

Y todo desemboca
con trazo tembloroso
en líneas que definen
la forma del futuro.

Al fondo del dibujo resultante
si intuyen horizontes de ternura.

viernes, 13 de diciembre de 2013

HOJAS SECAS



Hoy, desde mi balcón,
he visto un camión del ayuntamiento
cargado de hojas secas,
que es como si se llevasen el otoño.
Estamos a veintisiete de diciembre
y no puedo dejar de pensar
en cierta inoperancia
de la municipalidad
por retirar esta estación
con tanto retraso.
Deberían aprender
del gobierno central,
que lleva,
con adelanto de años,
recortando primaveras.
Ahora,
Tal cual ese camión
lleno de ocre,
pasan transportes invisibles
que retiran,
bajo amenaza
de multa obscena
la posibilidad de salir
a ver el sol
voz en grito.
Si nos dejamos
no habrá primavera en Praga
ni sesenta y siete en Heidelberg
o sesenta y ocho en París.
Salgo de nuevo al balcón
y creo ver otros camiones
que llegan
cargados de un invierno desalmado.
Porque el frío
y la oscuridad
son gratis
y legales;
siempre debidamente controlados,
no vaya a ser
que de tanto temblar
el suelo
bajo sus pies
vibre hasta ponerlos nerviosos.
Es posible
que un remolque
con hojas muertas,
tal como pretenden,
desde su plural mayestático,
que estén las conciencias,,
signifique también
que embargaron
la belleza de las alamedas
por un déficit de paseos
enterrando los pies
en la hojarasca;
yo, por si acaso,
he procurado estar
al corriente en los pagos
a base de pasos lentos
y pitillos en los bancos.
Voy a cerrar la puerta
del balcón
porque me estoy preocupando
mucho,
no de forma innecesaria
pero sí, tal vez,
un tanto inútil,
rumiando versos infructuosos.
Voy a hacerlo,
también,
por miedo
a que lo próximo que vea
sean camiones
llevándose las flores
por anticipado.

domingo, 8 de diciembre de 2013

MUJER DE ENSUEÑO

Ayer, una de mis mejores amigas, Ro, dio a luz a su segundo hijo, Teo. Este poema se lo escribí y regalé hace muchos años. Ya ha pasado algo de tiempo y los poemas cuando uno es joven no siempre envejecen como uno quisiera. Sin embargo todo lo que aquí le decía lo sigo pensando. La vida está llena de etapas, de momentos, y este momento que da lugar a una vida nueva es de los que hacen que valga la pena tener amigas. Un beso muy grande a la afortunada, al nuevo miembro de la pandilla y a toda la familia.

MUJER DE ENSUEÑO

Si no fueras tú
            serías mi mujer de ensueño.
            No porque no seas increíble,
            que lo eres,
            o que destiles, a veces,
            pura magia,
            sino porque eres tú.
            No porque no seas bonita,
            que lo eres,
            con tus caderas perfectas
            y ese aire
            de actriz de cine clásico,
            sino porque eres tú,
            y si fueses mi mujer de ensueño
            todos los abrazos,
            todas las lealtades
            no tendrían sentido;
            y hoy (sólo hoy,
            no sé nada del mañana)
            sé que prefiero
            las lealtades y los abrazos,
            con todos los momentos cómplices
            que hemos logrado engendrar
            con esa semilla,
            a cualquier rincón oscuro
            y a la vez luminoso de tu cuerpo,
            porque eres tú.